¡Parece que ya ha llegado noviembre! El fin del 2019 se acerca tan deprisa que me asusta un poco, la verdad. Es fascinante lo rápido que han pasado los últimos meses, y empiezo a pensar que si las cosas siguen así… ¡La vida no va a ser lo suficientemente larga para todo lo que quiero hacer!

Este mes quiero enfocarme en ordenar y mantener la casa limpia, básicamente porque mi piso es un auténtico desastre. Nunca he sido una persona organizada (al menos no en el plano físico), aunque me da la impresión de que va por temporadas. Cuando estoy en España tampoco soy muy ordenada (en realidad en mi familia a nadie le molesta particularmente el desorden), pero al menos empleaba los sábados por la mañana para intentar hacer mi habitación más habitable. Las cosas han cambiado MUCHO desde que vivo sola y no tengo a nadie que limpie detrás de mí y, como suelo decir, siempre que el desorden sea mi desorden no me molesta demasiado.

Desde que he vuelto a la oficina (yay!) cinco días a la semana (doh!), tengo menos tiempo para nada y obviamente tengo menos voluntad para hacerlo, ¡pero tengo que hacerlo! Entre prepararme para el C2 de Inglés, escribir, bloguear, cocinar, socializar… Todo lleva mucho tiempo, y con los días haciéndose cada vez más cortos, mi motivación es inversamente proporcional a mi abrumadoras ganas de dormir. Así que me gustaría usar mi tiempo sabiamente y emplearlo en las cosas que realmente quiero hacer – y ordenar no es una de ellas.

Así que me he dado cuenta de algo: quizá existe una forma de mantener todo en su sitio, sin tener que pasar horas cada sábado intentando que el lugar esté… ¿decente?

 



Cómo mantener tu casa limpia y ordenada -titulo- Sofia's Pencil

¿Cómo mantener tu casa ordenada y limpia?

 

Mantener tu casa ordenada y limpia requiere un esfuerzo, pero cuando vives por tu cuenta, ¡no hay excusa! Es verdad, algunos simplemente no tenemos el hábito de ser ordenados, pero la buena noticia es que los hábitos pueden crearse. Se necesita un poco de paciencia, pero estoy segura de que estos grandes consejos te darán geniales resultados y que las dos podremos disfrutar de estar en casa por fin.

1. Empieza por hacer tu cama

Esto es algo que TODAS Y CADA UNA DE LAS MADRES del mundo sabe, incluso aunque tú no creas a la tuya cuando te lo dice: hacer la cama automáticamente hace que la habitación parezca más ordenada. Esto es probablemente porque la cama es normalmente el mueble más grande de la habitación, al que todos los ojos se dirigen de forma natural. Hacer la cama tan pronto te levantas puede darte una motivación extra: has empezado tu día ordenando y no ha sido tan difícil, ¿verdad? Además, es genial volver a casa y encontrar la camita hecha…

Hacer la cama es realmente sencillo, pero podrías encontrarte con algunas dificultades. Por ejemplo, mi hermana pequeña duerme en una litera y cuando me quedo en casa de mis padres duermo en la litera de arriba. Y LO ODIO, porque hacer la cama de arriba es muy difícil (sobre todo para mí, que soy un retaquito), ¡y ni siquiera se les ocurre comprar una edredón para hacerme la vida más fácil! (Que también es comprensible, la verdad, ya que solo estoy aquí como veinte o treinta días al año.)

Para hacer el proceso más cómodo, deshazte de cualquier cosa que “contribuya al caos” en tu cama: sábanas de más, cojines decorativos, cosas que pueda haber por en medio y que te entorpezcan al moverte alrededor… Esas cosillas.

2. Limpia a tu paso

Vamos a imaginar que estás cocinando, ¿vale? Primero cortas las verduras y la carne, o el pescado o lo que sea que vas a cocinar; luego lo pones todo en una sartén. Lo más probable es que cocinar todo esto en la sartén o en la olla lleve algún tiempo, a menos que tengas que estar removiendo todo el rato o que tu sartén se pegue y se te pueda quemar la comida si te distraes un segundito. Pero si este no es el caso, estoy segura de que puedes empezar a lavar algunos utensilios mientras la comida se cuece, ya sea en el fuego, el microondas o el horno. Al hacer esto, eliminas la mitad de las herramientas que has usado antes incluso de empezar a comer, ¿no es fantástico?

Otro ejemplo. Acabas de volver del trabajo y tienes dos opciones: colgar el abrigo en el armario o dejarlo en el sofá o la cama. Piénsalo: dejarlo sobre el sofá te lleva el doble que colgarlo directamente en el perchero, porque tendrás que volver, recogerlo y ponerlo en su sitio.

¿Te acabas de despertar? Haz la cama. ¿Te has lavado los dientes? Deja el cepillo en su sitio. ¿Te has bebido un vaso de agua? Acláralo y déjalo secarse.

¡Estos pequeños actos te ahorran un montón de tiempo a la larga!


Cómo mantener tu casa limpia y ordenada - Sofia's Pencil

3. ¿No tienes suficiente espacio o tienes demasiadas cosas? 

Hoy en día somos lo suficientemente afortunados como para poder adquirir un montón de cosas, pero la verdad es que la mitad del tiempo no necesitamos ninguna de esas cosas. Creo que ese sentimiento de no tener nunca suficiente está normalmente relacionado con la ropa, más que nada.

Pero esto es un problema para nuestros bolsillos, para el planeta, para nuestra salud mental… Y para el desarrollo de una tarea tan sencilla como ordenar tu casa.

Porque, sí, ¿dónde planeas esconder todas esas cosas que has comprado en los últimos dos meses? ¡Si es que no hay espacio en tu piso! (Sí, me estoy hablando a mí misma, lo reconozco).

Si alquilas, además, te habrás dado cuenta de que los pisos de alquiler carecen enoooormemente de espacio de almacenaje. Hablo por experiencia, que tengo dos armarios de tamaño mediano que son bastante inútiles por su estructura. En total en mi casa tengo DOS cajones, demasiado grandes como para saber lo que hay en ellos, y un montón de armarios en la cocina a los que no llego porque, de nuevo, soy un retaco.

¿Me detiene eso a la hora de comprar cachivaches que no necesito? Absolutamente NO.

Una de las cosas más interesantes que aprendí cuando era chiquita y sufría las sesiones de Limpieza de Primavera, es que siempre te puedes librar de cosas para hacer espacio para las nuevas. O simplemente tirar cosas para tener espacio para moverte por la habitación. Últimamente se habla de una cosa llamada minimalismo, que tiene algunos puntos interesantes como por ejemplo la idea de Algo dentro, algo fuera, que significa que cada vez que compras algo nuevo tienes que tirar algo. O la del armario cápsula, una idea que me gusta mucho pero que todavía no he podido probar.

4. Guarda tus abrigos y tus zapatos

Como ocurre con tu cama, dejar tus abrigos y tus zapatos en cualquier parte no ayuda. Incluso podrías pegártela en mitad de la noche y desgraciarte por dejarte los zapatos tirados. Pero eso no lo habías pensado, ¿a que no?

Dejar tus zapatos en el zapatero junto a la puerta, así como tu abrigo, no solo mejorará el aspecto de tu casa sino que mantendrá la suciedad que puedas traer de la calle en la puerta y no llevártela al comedor o el dormitorio.

5. No abandones una habitación con las manos vacías

Si tienes alguna experiencia en hostelería, recordarás lo eficiente que tenías que ser entonces y con un poco de suerte te darás cuenta de que puedes ser igual de eficiente en tu día a día. Una de las condiciones más importantes de un buen camarero es el multitasking, como solía decir mi (detestada) manager día tras día, tras día, tras día, tras día…

¿Qué quiero decir con eso? Pues que nunca debes dejar una habitación con las manos vacías.

Es súper fácil dejar las cosas donde sea cuando estamos, bueno, viviendo la vida. Te vas a la cocina a hacerte un té, pero no te lo bebes en la cocina; o te da mucho calor en el salón y te quitas el jersey, pero nunca te lo llevas al armario. Usando esta regla, cada vez que te vayas de una habitación te llevarás algo, de modo que al final del día todo estará mucho más ordenado. ¡Y no te habrás dado ni cuenta!

6. Un lugar para cada cosa

Cada cosa tiene que tener un lugar en la casa. Te sentirás más inclinada a colocarlo fuera de la vista si sabes dónde debería ir. E incluso mejor, así sabrás siempre dónde estará.

Esto es especialmente útil cuando necesitas gafas, por cierto. No sé cuántos millones de veces las he perdido solo por dejarlas en un lugar extraño.

7. ¡Siempre limpia después de cocinar!

Voy a serte sincera: odio lavar los platos justo después de comer. Me gusta relajarme y quizá limpiar la cocina después… después de un par de horas, ¡por lo menos!

El único problema con esto es que el tiempo no soluciona ESTE problema y los platos seguirán sucios y serán incluso más difíciles de lavar. Además, puedes encontrarte con varias tandas de platos de diferentes comidas a la vez, porque no los lavaste a tiempo 😇


Cómo mantener tu casa limpia y ordenada -2- Sofia's Pencil

Yo creo que esto es lo que más me molestaba cuando compartía piso. Nadie quiere fregar los platos de otra persona, BLEGH, qué asco… Pero ahora que vivo sola, no me importa dejar los platos ahí dos días o más. Sorry, no soy muy buen modelo a seguir (tampoco es que quiera serlo). Sin embargo, el problema del espacio aparece de nuevo: si hago meal-prep el domingo para toda la semana, como dicen los sabios del fitness, me encuentro con demasiado que fregar y muy poco espacio para que seque. Esto no sé cómo solucionarlo, salvo mudándome a un sitio con una cocina más grande, pero soy demasiado pobre 😅

8. Organiza tu ropa antes de irte a dormir

Esto admito que llevo haciéndolo toda mi vida (quizá no todos los días, pero habitualmente). Te ayuda de dos maneras:

  • Verás lo que está limpio y puedes reusar, y qué deberías echar a lavar;  

  • No tendrás que lidiar con una enooooorme pila de ropa el sábado o el domingo cuando por fin tengas tiempo de decidir que es hora de hacer algo al respecto.

Organizar tu ropa antes de irte a dormir te dejará con una habitación ordenadita en solo unos minutos, lo que algunos dicen que ayuda a dormir. Y, por supuesto, te ayudará a elegir qué vestir al día siguiente. A menos por supuesto que prefieras vivir una aventura y arriesgarte a aparecer con una mancha de tomate en tu blusa favorita porque no viste si estaba limpia o sucia porque estabas muy dormida.


Estos son mis consejos favoritos para mantener una casa limpia y ordenada. Y tengo que decir que escribir este post me ha dado bastante motivación para empezar a limpiar, ¡así que tengo que dejarte! Necesito hacer que este caos se parezca a una casa normal antes de irme a dormir. ¡Mi futura yo me lo agradecerá!

¿Eres una persona desordenada como yo o te consideras más bien una Mónica Geller de la vida? ¿Tienes algún consejo de orden que te gustaría compartir? ¡Cuéntamelo en los comentarios!